El miércoles, el puente peatonal que se encuentra sobre la Ruta Nacional N° 9 (en el acceso a Villa Mariano Moreno) sufrió el desprendimiento de una de sus estructuras; el hecho ocurrió luego de que un camión chocara contra uno de las columnas del cruce. La situación provocó que desde entonces los vehículos tuvieran que desviarse por las colectoras aledañas para llegar o regresar a Las Talitas, Tafí Viejo y San Miguel de Tucumán. Tras una ardua tarea, el personal de la Dirección de Vialidad logró retirar los restos de la pasarela y restablecer el tránsito ayer durante el mediodía.
Jurisdicción
El puente afectado fue construido hace aproximadamente 15 años y se encuentra bajo la jurisdicción compartida de Las Talitas y Tafí Viejo.
¿Qué pasará a futuro? aunque todavía no existe un pronunciamiento oficial al respecto, el puente podría repararse sin que sea necesario el inicio de una nueva obra. Por ahora, el primer paso será realizar un análisis técnico de la pasarela para evaluar si esta propuesta es viable.
“Lo que estamos haciendo primero con los abogados en buscar a la empresa que provocó el siniestro para ver quien se hace cargo. Luego sigue preparar el proyecto para recuperar el tránsito. Más allá del puente peatonal, los técnicos deben analizar y decidir que es lo más eficiente; si tirar el puente y hacer otro o recuperarlo”, comunicó el ministro de Obras y Servicios Públicos de Tucumán Santiago Yanotti, durante una entrevista en el programa “Buen Día” de LG Play.
Utilidad
En Tucumán hay al menos 10 puentes peatonales que atraviesan la ciudad y las rutas de acceso a diversos departamentos. Sin embargo, antes que hablar de cantidad, el accidente vehicular sirve para reflotar un viejo debate: ¿las pasarelas peatonales son realmente útiles o funcionales en nuestra provincia?
Al hacer un repaso visual por las inmediaciones del puente, los ciudadanos que desean cruzar -de un lado a otro- la Ruta Nacional N° 9 deben atravesar varios metros de tierra, maleza y sortear un canal que se encuentra sin mantenimiento.
“El principal problema que tienen la mayoría de nuestras pasarelas peatonales (y en especial aquellas que están en los puntos de acceso a alguna ciudad) es que no fueron concebidas con una visión integral. Esto significa que solo se pensaron como una herramienta para que los peatones crucen, sin tener en cuenta el escenario en el cual desarrollan la actividad ni lo que ocurre antes o después de su utilización”, señala la urbanista María Luján Cuevas.
En este sentido -advierte la profesional- la falta de funcionalidad de los puentes produce rechazo entre los mismos ciudadanos. “Si para acercarme al puente o salir de él debo moverme por un camino sin pavimentar, destrozado, y desviarme demasiados metros (o kilómetros) de mi trayecto natural estos elementos condicionan a que elija la salida más fácil: cruzar al nivel de la calzada bajo la 'buena voluntad' de los conductores”, explica.
Por otro lado, para que los cruces sean elegidos como nuestra primera alternativa de movilidad es necesario que transmitan una sensación de seguridad. “Los puentes peatonales están pensados para agilizar el tránsito de los ciudadanos que van a pie y disminuir el número de accidentes viales en sectores peligrosos (por ejemplo, en calles donde los autos van a gran velocidad o hay tránsito pesado). Sin embargo, la falta de mantenimiento hace que este fin quede opacado en Tucumán”, argumenta la especialista en arquitectura funcional.
La falta de luminaria, cámaras de seguridad y limpieza provoca en los ciudadanos miedo e inseguridad. Nada garantiza que esa persona no sea asaltada o sufra de algún peligro al usar un puente peatonal por la noche.
“Trabajar sobre estas inquietudes es fundamental para cambiar los hábitos de los ciudadanos y crear mejores medidas de prevención de siniestros viales. No es que los puentes peatonales hayan quedado obsoletos porque existen otras provincias en las cuales ellos poseen también funciones recreativas o turísticas. Lo que pasa es que en la provincia contamos con muchas estructuras construidas hace décadas atrás y que requieren una revisión de diseño, estética y propósitos”, señala la urbanista Analía Leal.
Revalorización
A diferencia del puente peatonal que se encuentra en la RN 9, Leal afirma que San Miguel de Tucumán cuenta con algunos casos que representan un modelo a imitar. Entre ellos, destaca las obras hechas como complemento de los túneles de las calles Córdoba y Mendoza; o el puente de la avenida Mate de Luna al 2.100.
“En esos lugares se logró revalorizar y jerarquización de las áreas aledañas y crear un espacio destinado a los peatones que aporte otros beneficios además de la circulación a pie. Al hacer una pasarela peatonal es indispensable agregar en el trazado un mobiliario urbano pertinente”, añade.
Hacer esto puede volverse complejo en las rutas porque hay que disponer de estructuras que resistan la vibración del suelo, la intemperie y tengan una larga vida útil. “La inversión también debería ser mayor, pero en Córdoba, Santa Fe, Buenos Aires y Entre Ríos hay registros de que la apuesta por una mejor estética y diseño funcionan”, indica Leal.